Los
aceites esenciales son
mezclas de varias sustancias químicas biosintetizadas por las
plantas, que dan el aroma característico a algunas flores, árboles,
frutos, hierbas, especias, semillas y a ciertos extractos de origen
animal. Se trata de productos químicos intensamente aromáticos, no
grasos (por lo que no se enrancian), volátiles por naturaleza (se
evaporan rápidamente) y livianos (poco densos). Son insolubles en
agua y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se
oxidan por exposición al aire y se han extraído más de 150 tipos,
cada uno con su aroma propio y virtudes curativas únicas.
¿Cómo
se extraen?
Destilación
por vapor. Es
el
método más común de
extracción de los aceites esenciales. Se suele utilizar con
plantas relativamente resistentes
cuya esencia se encuentra en partes como las hojas, el tallo, el
tronco, etc. Para ello se
utiliza un alambique
en el que se introduce la parte de la planta que se quiere destilar
junto con agua. Al calentarse, el vapor arrastra las moléculas
volátiles de la planta que van a parar a otro recipiente junto con
el vapor. Al enfriarse, la diferente densidad del agua con el aceite
hace que la esencia quede depositada en la parte superior separada
del vapor, ya convertido en agua.
Expresión
o prensado. Este método se utiliza para extraer la esencia de los
frutos
cítricos,
ya que sus aceites esenciales se encuentran en la piel exterior del
fruto y para obtenerlos es necesario prensar su corteza.
Maceración.
Se utiliza en flores muy delicadas. Consiste en introducir la planta
durante algún tiempo en otro líquido hasta que este captura sus
propiedades.
Extracción.
Esta técnica se utiliza cuando se quiere extraer una parte
muy delicada de la planta
que no soportaría la destilación por vapor, como por ejemplo, los
pétalos
de flores como la rosa o el jazmín.
Este proceso es mucho más complejo que los anteriores y se necesita
una cantidad enorme de materia prima para la extracción. Por eso,
los aceites esenciales obtenidos con este sistema tienen un precio
muy elevado.
Consiste en utilizar determinados disolventes para, al igual que en
la maceración, conseguir que la esencia de la planta quede retenida
en ellos. A continuación, se elimina la humedad y se obtiene la
esencia.
También
se pueden sintetizar en forma artificial, que es la manera más
habitual de obtenerlos, debido a que la gran demanda de estos
productos no llega a ser abastecida por las fuentes naturales.
Clasificación
de los aceites esenciales
Florales
Manzanilla,
ylang ylang, lavanda, geranio, etc.
Son
muy recomendadas para combatir el estrés ya que son excelentes
regeneradores celulares, combaten también la fatiga mental y
emocional.
En
el embarazo no es recomendable su uso ya que ayudan a la aparición
del ciclo menstrual. Pueden ser usados en problemas del órgano
reproductor.
Ayudan
a regenerar las células. Son muy utilizadas en tratamientos de
belleza y en tejidos que hayan sido afectados por quemaduras o
heridas.
Cítricos
Naranja,
limón, bergamota, lima, mandarina, etc.
Son
reconocidas por sus propiedades antisépticas y frecuentemente se
usan para tratar infecciones de cualquier tipo.
excelentes
desintoxicantes para el organismo; limpian y regulan el apetito,
colaboradores en la pérdida de peso.
Son
usados para combatir la celulitis, eczemas, acné y psoriasis.
Resina
Mirra,
incienso...
Excelentes
rejuvenecedores de la piel gracias a sus propiedades, por lo que se
recomienda su uso en el tratamiento de estrías y/o pieles muy
envejecidas.
Pueden
ser usados como limpiadores de ambientes.
Las
esencias de resinas al ser mezclados con las esencias cítricas son
usadas para sanar inflamaciones de la piel.
Tallos
Eneldo, canela, artemisa, etc.
Ayudan
a suavizar y tonificar la piel.
Las
esencias que resultan de los tallos son buenos repelentes de
insectos; pero si a estas esencias las mezclamos con clavos de olor,
tomillo y cedro, contribuyen notablemente a la relajación.
Hojas
Patchouli,
menta, romero, albahaca, orégano, hinojo, salvia clara, agujas de
pino, mejorana...
Son buenos colaboradores de levantar
el ánimo y balancear emociones cuando éstas se experiencias
traumáticas y de conflictos.
De estas esencias se han obtenido
remedios para atacar problemas.
No recomendado su uso en embarazos.
¿Cómo
saber que un aceite esencial es de buena calidad?
En
el mercado encontramos los aceites esenciales oficiales (usados en
medicina) y otras sustancias aromáticas empleadas en perfumería y
farmacia (esencias). Para saber que un aceite esencial es oficial hay
que tener en cuenta:
Pureza.
100% puro y natural.
Identificación
botánica. Nombre botánico y parte de la planta de la que ha sido
extraído el aceite esencial.
Quimiotipo.
Bioquímica específica del aceite esencial (definición de las
moléculas aromáticas que lo componen, como método de conocimiento
de sus cualidades terapéuticas.
Proceso
de extracción correcto. Se pueden encontrar en el mercado aceites
esenciales quemados o mal destilados.
Documentación
técnica y analítica del producto.
Aromaterapia
Es
una disciplina terapéutica que aprovecha las propiedades de los
aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas, para
restablecer el equilibrio y armonía del cuerpo y de la mente en
beneficio de la salud y la belleza. Su potencial curativo procede de
la capacidad para promover la relajación y, al mismo tiempo, generar
una sensación de alegría o tranquilidad en el receptor. No
reemplaza a la medicina tradicional sino que la acompaña y hace que
sus efectos sean más rápidos y duraderos, ya que se llega a la raíz
emocional despertando nuestras propias energías de curación.
Los
aromas actúan en el organismo por asociación de imágenes, evitando
la intervención de la parte consciente que todo lo analiza y traduce
a palabras comprensibles. Las investigaciones han demostrado que las
personas responden a los olores a un nivel emocional superior al de
los otros sentidos. Un aroma puede desencadenar toda una sucesión de
recuerdos casi olvidados (la zona del cerebro asociada con el olor es
la misma que la de la memoria). La región olfatoria es el único
lugar del cuerpo donde el sistema central está relacionado
estrechamente con el mundo exterior, de este modo, los estímulos
olfativos llegan directamente a las centrales de conexiones mas
internas del cerebro.
Tratamientos
con aceites esenciales
Inhalación.
Las esencias son absorbidas a través de los pulmones, se difunden a
los capilares circundantes y llegan a la circulación en general.
Conocido como uno de los métodos más rápidos y directos. Sirve
para combatir las enfermedades de las vías respiratorias. Se puede
recurrir a las inhalaciones para aliviar rápidamente las náuseas,
cefaleas y relajarse. La gran ventaja de las inhalaciones es que se
pueden efectuar en cualquier lugar y momento. Añadir de 3 a 4 gotas de aceite esencial.
Vaporización.
Este método es una variación del anterior y la aspiración de las
esencias se introduce rápidamente en el torrente sanguíneo.
Se
recomienda el uso de éste método para afecciones relacionados con
el sistema nervioso, especialmente en depresiones, agotamientos,
ansiedades, dolencias respiratorias como catarros, sinusitis,
resfriado, etc. Para el desarrollo de éste método se necesita un
cuenco con agua y una vela (fuente de calor). Cuando el agua del
cuenco esté hirviendo, verter 4 o 5 gotas de aceite esencial. Los
quemadores de esencias también tienen la propiedad de actuar como
ambientadores naturales.
Baños
aromáticos. En aromaterapia éstos baños pueden usarse como baños
completos o limitados a ciertas partes del cuerpo. Son excelentes
relajantes y contribuyen en las irregularidades en las extremidades
inferiores. Al meter el cuerpo en la bañera el agua actúa sobre el
organismo absorbiendo este aceite por piel. Emulsionar previamente 8-10 gotas de aceite esencial en un vaso con
lecitina, leche entera o el jabón del baño y añadirlo a la bañera. Para usos locales añadir de 4 a 5 gotas.
Masaje
terapéutico. Los masajes son de gran ayuda al sistema
cardiovascular, ya que estimulan la circulación sanguínea y
linfática para que los nutrientes vitales lleguen a las células y
éstas eliminen las toxinas del cuerpo. Los aceites esenciales nunca
se aplican directamente sobre la piel, hay que diluirlo en cualquier
tipo de aceite base (de acuerdo al tipo de piel). Para masajes faciales 5 gotas de aceites esenciales diluidos en 20 ml de aceite base, para masajes corporales 10 gotas de aceites esenciales diluidos en 20 ml de aceite base.
Compresas.
Son aplicaciones locales. Las compresas son muy útiles para todas
aquellas afecciones en las que no deben de ser masajeadas como
dolores musculares (lumbagos), hernias de disco, dolores
menstruales... Pueden ser calientes o frías, según el problema a
tratar. Añadir 2-4 gotas al agua fría o caliente. Luego sumergir un paño de
hilo, escurrirlo y aplicarlo sobre la zona a tratar repitiendo varias
veces el proceso.
Puede utilizarse un sólo aceite esencial o la mezcla de varios.
Fotos:
http://www.aromaterapia.org.es
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Fuentes de información:
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http://es.wikipedia.org
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http://www.aromaterapia.com