30 de noviembre de 2014

LA ICTIOTERAPIA

La piel tiene tres capas: una superficial (epidermis), una intermedia (dermis), y una profunda (hipodermis). Cuando las células inferiores de la piel van subiendo a la superficie se comprimen cada vez más hasta que alcanzan la capa superficial y se convierten en escamas de queratina. La eliminación de dichas escamas se realiza mediante hidratación, bien natural mediante la propia secreción de nuestra piel (manto hidrolipídico) o bien artificial con el uso de cremas. De manera extrema, la epidermis puede producir más queratina de lo normal, y por lo tanto aparecen callos y durezas.

La ictioterapia es un tratamiento que consiste en introducir los pies en una pecera de agua caliente llena de peces que succionan las células muertas de la piel dejándola suave y tersa (llamado fenómeno “pie de bebé”), además de segregar una enzima que rejuvenece la piel. Estos peces de agua dulce son los garra rufa o peces doctor, originarios de Turquía. Normalmente son utilizados los que comprenden los 2 y 5 centímetros de longitud y carecen de dientes. Se alimentan de la piel muerta pero también son alimentados por sus cuidadores con alimentos específicos.


En el territorio donde se encuentran son especies protegidas y no se pueden capturar ni exportar. Los ejemplares utilizados para dichos tratamientos proceden de piscifactorías de Israel y Tailandia. Sus imitadores hacen necesario un certificado de procedencia, el más perjudicial es el pez chino chin chin siendo casi idéntico físicamente pero que a partir de los dos centímetros de tamaño tienen dientes y muerden lastimando la piel.

Respecto a los beneficios e incovenientes de la ictioterapia existen varias posturas, sus detractores afirman que el tratamiento podría llegar a transmitir enfermedades muy peligrosas, como el sida, la Hepatitis B y C e infecciones de hongos y verrugas, ya que los peces nadan en aguas donde se sumergen todo tipos de pacientes. De ahí que ya hayan sido prohibidos en algunas zonas de EE.UU. y Canadá.
Las peceras deberán ser aproximadamente de 120 litros de agua con grupos de peces de entre 100 y 200 individuos. Las autoridades obligan a que en ellas se recircule el agua cada pocos minutos,  tengan filtros que eliminen todas las impurezas y exigiendo que se realicen labores de sustitución parcial del agua de al menos un 15 % diariamente.


Desde mi punto de vista este tratamiento es eficaz pero no seguro, debido a que los peces al alimentarse de las células de diferentes personas en el mismo recipiente, pueden llegar a transportarlas de un cliente a otro poniendo en riesgo su salud.

Fotos: 

http://www.therapyfish-spa.com
http://www.todouñas.com/

Fuentes de información:

http://www.elmundo.es
http://www.ideal.es
http://www.sanlucarfishspa.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario