29 de noviembre de 2015

PRIMER ANIVERSARIO

Hoy, 29 de noviembre de 2015, hace un año que nació El rincón de la pecosa. A mis recién cumplidos 25 años, tengo el privilegio de seguir dedicándome plenamente a esta maravillosa profesión.

Actualmente me dedico a impartir clases, evidentemente de estética, en una academia privada. Cada día intento explicar a mis alumnas que la vida de una esteticista, por desgracia, está rodeada de contratos fantasmas, desprestigio profesional, intrusismo y poco compañerismo. Muchas personas siguen infravalorando nuestro trabajo, al igual que a las peluqueras, y creen que realizarlo requiere el mínimo esfuerzo o formación.

Hace unos años nos prohibieron utilizar los cortadores de callos, y ahora piensan hacer lo mismo con la depilación láser. Los fisioterapeutas y podólogos nos acusan de intrusismo y probablemente lleven razón, ya que muchas “esteticistas” carecen de formación para saber lo que pueden o no pueden hacer. Esto afecta a las de verdad. ¿Os habéis preguntado por qué los médicos son invencibles?. La unión les hace fuertes, cosa que a nuestro colectivo le falta. Ellos se tapan los unos a los otros mientras nosotras competimos.

En mis clases también dedico tiempo al compañerismo y al afán de ser una buena esteticista. Pretendo que aprendan a disfrutar de lo que hacen, a buscar la perfección en su trabajo, a corregir el mínimo detalle, y a ser las mejores sin pisotear a nadie. No trabajamos con madera, ni con ladrillos, ni con nada material, lo hacemos con piel. Lo más importante de todo es que podemos subir la autoestima de una persona con un buen trabajo. Somos artistas y la piel es un lienzo en blanco.

Soy de las personas que piensa en que no es más afortunado quien más es, sino quien es lo que quiere ser. Me parece realmente sorprendente las mujeres actuales que aún se describen sólo como “hija de”, “pareja de” o “madre de”, todas somos o seremos eso. Yo soy una mujer independiente, autosuficiente, atrapada en sus sueños, leal, optimista, emprendedora, carismática, demasiado sensible, impresionable y algo inmadura, pero sobre todo quise ser esteticista, lo soy y vivo de ello. Además de todo esto, por supuesto soy hija de unos inmejorables padres que me han inculcado sus mejores principios, pareja de un gran hombre que me llena de amor, hermana de dos apoyos incondicionales, tía de cuatro trocitos de vida y amiga de ocho superheroínas.

Quisiera agradecer a todas aquellas personas que me han seguido día a día este año, que me leen al menos cuando pueden, o que esporádicamente me han consultado. Todo esto lo hago por ellas, para informarlas, para motivarlas, y para que yo misma aprenda por el camino. Además, no puedo despedirme sin recordar a una de las amigas que me impulsó, ella sabe quién es y lo especial que es este día, para mí y para ella. Seguiré apoyando el mundo de la estética, mi mundo.

Muchas gracias. Firmado en el rincón de Elena.

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