Masaje
con esferas chinas es el nombre coloquial, su verdadero nombre es
Kung Fu Chio, un antiguo método que, hoy en día, se difunde
por el mundo occidental y se basa en la unión armónica entre sonido
y masajes para lograr una relajación total.
Este
tipo de masajes se realiza desde hace cientos de años en China. Su
utilización se remonta a los tiempos de la dinastía Ming,
cuando los médicos la aplicaban únicamente al emperador y su
familia. Pero la salud no es un secreto, y debido a su efectividad,
el
Kung Fu Chio (Kung Fu: "movimiento",
Chio: "esfera") fue gradualmente aceptado por las
familias chinas, difundiendo su uso hasta hoy en día, que nos llega
a nosotros como fruto del creciente interés occidental por la salud,
la relajación y el bienestar.
¿Qué
maniobras utiliza?
- Suave masaje con las esferas mediante movimientos circulares.
- Las esferas producen una vibración al moverse que relaja la mente.
¿Qué
beneficios tiene este tipo de masaje?
- Combatir el estrés.
- Alivia el insomnio.
- Mejora problemas nerviosos y circulatorios.
- Trata problemas digestivos y respiratorios.
- Logra un buen estado de salud general.
- Previene de enfermedades.
Todo
nuestro cuerpo está siendo influido por el sonido que a través del
oído ingresa a nuestro sistema nervioso y se comunica con todos los
órganos. De esta manera se involucran los canales de energía, el
sistema nervioso, las zonas reflejas de las manos, los hemisferios
cerebrales, las articulaciones, tendones, músculos, circulación de
la sangre, que al mover los dedos con el peso de las esferas, los
nervios y capilares se activan, los músculos y articulaciones de
dedos y muñecas se "dragan", limpiando todas las impurezas
que se acumulan en las mismas. Los vasos linfáticos se activan, se
flexibilizan los tendones, se fuerza la necesidad de mayor cantidad
de oxígeno en la sangre fluyendo ésta más rápidamente a la zona.
Se produce un mayor bombeo de sangre al corazón activando de esta
forma la circulación total. Se relajan y se activan canales que
circulan por el brazo y hombro llegando la información a la columna
cervical y transmitiéndose desde el sistema nervioso y la médula
hacia todo el cuerpo.
¿Suenan
igual las esferas chinas?
No,
cada una de las esferas tiene un tono diferente, y gracias a ello
reciben una denominación: ying
(grave, femenina) y yang
(agudo, masculina). La esfera yang debe tomarse con la mano diestra y
la ying con la siniestra. Producen entre 20 y 48 vibraciones tonales
diferentes. Los terapeutas que las emplean aseguran que estimulan el
flujo de energía invisible (chi)
a través de “canales” conocidos como meridianos, utilizados
también por otras técnicas de masaje.
¿Cómo
se utilizan?
Como
primera medida no deben golpearse ni dejarse caer, por eso es
recomendable en principio realizar la práctica sobre un acolchado o
paño que amortigüe las caídas. Se toman en una mano y se las hace
rotar, en la mano derecha en sentido de las agujas del reloj y en la
izquierda en sentido al contrario. La rotación de las esferas en la
palma de la mano mantendrá todos los puntos de acupuntura en
movimiento, contrayendo y relajando armoniosamente la totalidad de
los músculos y tendones de la mano, antebrazo y brazo.
Existen diferentes tamaños de esferas para ser utilizadas de acuerdo al tamaño de la mano, la flexibilidad de las mismas o el objetivo del uso. Las medidas más pequeñas suelen utilizarse principalmente para trabajar los puntos haciéndolas rotar en las manos, así como las de mayor tamaño suelen preferirse para trabajar la espalda o pies. De todas maneras, es una elección personal. Una vez adquirida experiencia hay quienes practican con dos pares de esferas (un par en cada mano), lo cual contribuye a armonizar el flujo energético a través de todo el organismo, lográndose una sensación de relax corporal total. Además del masaje físico que se produce, los tonos emitidos por ambas esferas producen un ajuste al sistema nervioso central, liberando tensiones mentales y dispersando la fatiga.
Este masaje se puede acompañar con una música suave y aromas de aceites esenciales. Con la persona acostada boca abajo comenzamos con una rotación suave de las esferas en la parte superior de la espalda, hombros y omóplatos, y vamos descendiendo a lo largo de la columna vertebral, con una esfera a cada lado de ésta hasta llegar al coxis y de ahí subimos por los costados trabajando la cintura, riñones y omóplatos para descender por los brazos que se encuentran a los costados del cuerpo. Luego también podemos trabajar suavemente con rotación las zonas de las cervicales y la nuca descendiendo nuevamente a lo largo de la columna para continuar las piernas y detenernos en la zona del hueco de las rodillas y continuar hasta los pies. Si la persona lo soporta (por las cosquillas) con esferas en la planta de los pies lo cual produce una toma de tierra y afirmación con el plano material. Si aún tenemos tiempo podemos rotar las esferas suavemente por la zona de las sienes, una esfera en cada lado, aquí el sonido se escucha intenso dada la proximidad al oído, lo cual produce una agradable sensación de relajación profunda a la vez que el sonido y ambos movimientos ayudan a sincronizar el ritmo de los hemisferios cerebrales, aportando tranquilidad y armonía mental. También con las esferas podemos realizar un balance energético.
Existen diferentes tamaños de esferas para ser utilizadas de acuerdo al tamaño de la mano, la flexibilidad de las mismas o el objetivo del uso. Las medidas más pequeñas suelen utilizarse principalmente para trabajar los puntos haciéndolas rotar en las manos, así como las de mayor tamaño suelen preferirse para trabajar la espalda o pies. De todas maneras, es una elección personal. Una vez adquirida experiencia hay quienes practican con dos pares de esferas (un par en cada mano), lo cual contribuye a armonizar el flujo energético a través de todo el organismo, lográndose una sensación de relax corporal total. Además del masaje físico que se produce, los tonos emitidos por ambas esferas producen un ajuste al sistema nervioso central, liberando tensiones mentales y dispersando la fatiga.
Este masaje se puede acompañar con una música suave y aromas de aceites esenciales. Con la persona acostada boca abajo comenzamos con una rotación suave de las esferas en la parte superior de la espalda, hombros y omóplatos, y vamos descendiendo a lo largo de la columna vertebral, con una esfera a cada lado de ésta hasta llegar al coxis y de ahí subimos por los costados trabajando la cintura, riñones y omóplatos para descender por los brazos que se encuentran a los costados del cuerpo. Luego también podemos trabajar suavemente con rotación las zonas de las cervicales y la nuca descendiendo nuevamente a lo largo de la columna para continuar las piernas y detenernos en la zona del hueco de las rodillas y continuar hasta los pies. Si la persona lo soporta (por las cosquillas) con esferas en la planta de los pies lo cual produce una toma de tierra y afirmación con el plano material. Si aún tenemos tiempo podemos rotar las esferas suavemente por la zona de las sienes, una esfera en cada lado, aquí el sonido se escucha intenso dada la proximidad al oído, lo cual produce una agradable sensación de relajación profunda a la vez que el sonido y ambos movimientos ayudan a sincronizar el ritmo de los hemisferios cerebrales, aportando tranquilidad y armonía mental. También con las esferas podemos realizar un balance energético.
Automasaje
Mucho
sugerimos sobre el trabajo a otras personas pero, ¿qué sucede con
nosotros? Como seres humanos que vivimos este mundo de todos los
días, también nos fatigamos, nos contracturamos o nos gusta
simplemente recibir un mimo, una caricia. Bien, con las esferas
podemos hacerlo! Los masajes que podemos realizar sobre nosotros
mismos para relajarnos y descontracturarnos pueden comenzar en las
plantas de los pies, permitiendo que la intuición guíe
nuestras manos. Incluso el cerrar los ojos favorecerá esta
comunicación y el reconocimiento de lo que nuestro cuerpo pide.
Tomando fijamente una esfera en la mano, la deslizamos por la planta
del pie, los costados y luego el empeine. Aquellos que conocen de
reflexología podal pueden incluso efectuar un reconocimiento (según
la zona que pide más contacto) del estado de nuestro cuerpo y
aprovechar en este aspecto el masaje. ¿Durante cuánto tiempo lo
realizamos? Eso es algo que depende o de su disponibilidad, o de su
necesidad. También podemos masajear la zona craneal, el cuero
cabelludo, haciendo rotar las esferas con ambas manos en ambos
laterales, bajando por la nuca, rotándolas por las sienes,
disfrutando el contacto y la relajación que produce.
La
vibración de las esferas
La
vibración es una de las manifestaciones de la energía que puede
entenderse en términos de sonido, luz o frecuencia de onda. “Todo
el universo es vibración”. Por ejemplo, una piedra arrojada en un
estanque provoca círculos concéntricos que van expandiéndose hasta
los límites del estanque abarcándolo todo e incluso extendiéndose
fuera de éste por medio de la vibración de las mismas ondas; del
mismo modo, esto se produce hacia el fondo del estanque (cosa que no
podemos observar en forma visual), las mismas ondas se despliegan en
toda el agua, pero también las mismas ondas se producen hacia
arriba. O sea que desde el epicentro del estanque en donde se arrojó
la piedra, inmediatamente se desplegó una esfera de vibración que
se expande hacia el infinito, traspasando aún el estanque mismo.
Este concepto más cercano al enfoque cuántico que al de la física
tradicional, es el punto de partida en la comprensión del mecanismo
de las vibraciones de las esferas. Este sonido, que parte de un golpe
a un diapasón dentro de la esfera, se transforma inmediatamente en
una esfera vibracional que se expande de una forma arrolladora,
invadiéndolo todo a su paso y limpiando cualquier otra energía
ambiente o mejor dicho, transformándola en ondas de sonido. Todo
vibra rítmicamente.
¿Qué
es consonancia y disonancia?
Nuestra
vida es un eterno ritmo que se sensibiliza y se sintoniza con el
ritmo del universo, en donde cada átomo, protón, electrón,
positrón, neutrón, partícula....todo vibra consonancia con el
universo. Cuando nuestro campo energético entra en disonancia, es
cuando precisamente, nos sentimos mal, estresados, cuando escuchamos
una mala noticia, sufrimos un shock severo o simplemente tenemos un
problema orgánico simple como puede ser una indigestión. En ese
momento, todos nuestros campos energéticos (físico, mental
emocional y espiritual) entran en sintonía con esa vibración,
provocando un malestar general, del cual a veces ni siquiera tenemos
registro. Al utilizar el sonido de las esferas en el trabajo de Kung
fu de manos, en un masaje o simplemente haciéndolas vibrar cerca
nuestro, provocamos instantáneamente que esa disonancia en nuestro
campo se modifique entrando en consonancia con la nueva vibración
energética armónica que va lentamente modificando cada una de las
capas de nuestro campo energético, generando bienestar.
Queda
decir, si
el trabajo con esferas de salud es acompañado de una alimentación
equilibrada y ejercicios de meditación y respiración, los
beneficios se multiplican. Es aconsejable que lo haga un profesional
de la materia. El Kung
Fu Chio no
es un método curativo, pero tiene aportaciones de gran valor para la
salud.
Fotos:
http://guiafitness.com
http://www.creceroperecer.com
http://www.manosmagicasbarcelona.es
http://www.saludymedicinas.com
http://www.aunminuto.com/es
Fuentes de información:
http://es.wikipedia.org
Temario de masaje con esferas chinas de Esencia de Relajación.
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