La piel tiene tres capas:
una superficial (epidermis), una intermedia (dermis), y una profunda
(hipodermis). Cuando las células inferiores de la piel van subiendo
a la superficie se comprimen cada vez más hasta que alcanzan la capa
superficial y se convierten en escamas de queratina. La eliminación
de dichas escamas se realiza mediante hidratación, bien natural
mediante la propia secreción de nuestra piel (manto hidrolipídico)
o bien artificial con el uso de cremas. De manera extrema, la
epidermis puede producir más queratina de lo normal, y por lo tanto
aparecen callos y durezas.
La ictioterapia es un
tratamiento que consiste en introducir los pies en una pecera de agua
caliente llena de peces que succionan las células muertas de la piel
dejándola suave y tersa (llamado fenómeno “pie de bebé”),
además de segregar una enzima que
rejuvenece la piel. Estos peces de agua dulce
son los garra rufa o
peces doctor, originarios de
Turquía. Normalmente son utilizados los que comprenden los 2 y 5
centímetros de longitud y carecen de dientes. Se alimentan de la
piel muerta pero también son alimentados por sus cuidadores con
alimentos específicos.
En
el territorio donde se encuentran son especies protegidas y no se
pueden capturar ni exportar. Los ejemplares utilizados para dichos
tratamientos proceden de piscifactorías de Israel y Tailandia. Sus
imitadores hacen necesario un certificado de procedencia, el más
perjudicial es el pez chino chin chin
siendo casi idéntico físicamente pero que a partir de los dos
centímetros de tamaño tienen dientes y muerden lastimando la piel.
Respecto
a los beneficios e incovenientes de la ictioterapia existen varias
posturas, sus detractores afirman que el tratamiento podría llegar a
transmitir enfermedades muy peligrosas, como el sida, la Hepatitis B
y C e infecciones de hongos y verrugas, ya que los peces nadan en
aguas donde se sumergen todo tipos de pacientes. De ahí que ya
hayan sido prohibidos en algunas zonas de EE.UU. y Canadá.
Las
peceras deberán ser aproximadamente de 120 litros de agua con grupos
de peces de entre 100 y 200 individuos. Las autoridades obligan a que
en ellas se recircule el agua cada pocos minutos, tengan filtros
que eliminen todas las impurezas y exigiendo que se realicen labores
de sustitución parcial del agua de al menos un 15 % diariamente.
Desde
mi punto de vista este tratamiento es eficaz pero no seguro, debido a
que los peces al alimentarse de las células de diferentes personas
en el mismo recipiente, pueden llegar a transportarlas de un cliente a
otro poniendo en riesgo su salud.
Fuentes de información:
http://www.elmundo.es
Fotos:
http://www.therapyfish-spa.com
http://www.todouñas.com/
Fuentes de información:
http://www.elmundo.es
http://www.ideal.es
http://www.sanlucarfishspa.es
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